El acero inoxidable es por excelencia uno de los materiales más utilizados en las cocinas comerciales. Y es que es gracias a su durabilidad, brillo y gran capacidad de resistir la corrosión, que siempre logra otorgar una imagen impecable.
De modo que si estás por adquirir un equipo de cocina de acero inoxidable o ya cuentas con uno de este tipo, en este artículo te presentamos los mejores consejos para mantenerlo con ese brillo tan característico de las cocinas profesionales.
Consejos para limpiar mesas, tarjas y equipo de cocina
El acero inoxidable se caracteriza por ser un material noble. Sin embargo, es imprescindible utilizar los productos y utensilios adecuados para mantener su buen aspecto.
Herramientas de limpieza correctas
Lo mejor para limpiar el acero inoxidable es utilizar paños suaves o estropajos de plástico que le saquen el mayor provecho a la apariencia metálica que ofrece. Igualmente, es importante evitar el uso de cepillos de alambre o acero que puedan rayar la superficie.
Método de limpieza
Es común que al limpiar ciertos elementos de acero inoxidable queden las líneas de pulido. Es decir, marcas que se visualizan de una dirección a otra. Para evitar esto es importante utilizar un paño y limpiar en paralelo, tanto para una limpieza normal como si se emplea un producto más abrasivo.
Evitar la corrosión
Para evitar la corrosión es importante no poner las superficies en contacto con materiales como aluminio, cobre, acero, acero galvanizado o acero inoxidable; sobre todo si hablamos de un entorno húmedo. Inclusive se recomienda evitar que las superficies entren en contacto con diversos tipos de grasas o sal.
Limpiar rápidamente
Para evitar cualquier tipo de mancha siempre será mejor que estas se limpien antes de que se sequen. Una vez que la mancha este seca, será más complicado llevar a cabo una limpieza profunda que mantenga un aspecto impecable.
Instalar un sistema de filtrado
Filtrar el agua que utilizas para lavar las superficies de acero inoxidable evita la formación de manchas, así como a reducir los depósitos que pueden provocar corrosión.
Enjuagar después de cada uso
Repetir el proceso de enjuague después de cada uso puede tomar tiempo, pero es clave para mantener la apariencia brillante. Asimismo, se recomienda secar cada superficie con una microfibra y dejar que cualquier residuo de agua se seque al aire. Esto, gracias a que el oxígeno ayuda a mantener la primera capa del acero sin manchas.
Consejos para quitar diversos tipos de manchas
Aun siendo un material noble, la apariencia del acero inoxidable puede variar y ciertos tipos de manchas pueden aparecer. No obstante, estos siguientes consejos serán de gran apoyo para conservar las superficies impolutas en el día a día.
Manchas superficiales
Las marcas de los dedos suelen ser las más comunes y constantes. Para evitar dejar este tipo de manchas debes ayudarte de un paño húmedo con jabón. Al terminar es importante que utilices una microfibra para secar y retirar cualquier residuo.
Manchas incrustadas
Estas las puedes reconocer porque tienden a convertirse en marcas amarillentas o más oscuras que la superficie en sí. Comúnmente sucede con superficies que están en contacto con elementos que hacen un efecto de corrosión como sartenes u ollas que se mantienen en contacto con diversos tipos de grasa. Para eliminarlas necesitas hacer uso de un desincrustante de textura cremosa especial para este tipo de material. Este deberás aplicarlo directamente en la superficie, esperar un par de minutos y retirar con agua caliente y un estropajo de plástico.
Manchas de cal
La aparición de cal suele aparecer a menudo en las superficies dada la calidad del agua. Una manera efectiva para eliminarlas es crear una pasta elaborada de bicarbonato de sodio con agua. Esta pasta debe colocarse encima de las manchas complicadas y debe dejarse actuar por no menos de 30 minutos. Para retirar solo se necesita agua abundante y un paño para secar la superficie.
Manchas en zonas de difícil acceso
Si necesitas eliminar manchas de espacios pequeños o superficies de difícil acceso puedes hacer uso de la misma pasta de bicarbonato de sodio y agua en conjunto con un cepillo de dientes de cerdas suaves para frotar. Repite el mismo proceso de enjuague y secado.
Por último puedes recurrir al aceite de oliva, un ingrediente que siempre está presente en la cocina de todo negocio. Utilizarlo te ayudará a hidratar y mantener el buen aspecto de todos tus espacios y utensilios de acero inoxidable.
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