La pandemia ha tomado desprevenidos a la mayoría de los gobiernos, y la falta de experiencia en crisis sanitarias como la actual, ha generado respuestas muy variadas y políticas públicas muy distintas al respecto.En Nuevo León, México, como en muchos estados, estas medidas han ido cambiando conforme avanza la contingencia.
Pese a que, en enero, el secretario de salud de la entidad, Manuel de la O, aseguraba a los medios que Nuevo León estaba “preparado” para el brote, las 500 camas hospitalarias de cuidados intensivos pronto comenzarían a parecer insuficientes. Para julio hubo que abrir dos hospitales más y para agosto ya había casos de pacientes de Covid rechazados en hospitales locales por falta de capacidad. Nuevo León despuntó como el estado con más ocupación hospitalaria, así que la situación tuvo que empezar a cambiar.
En principio, el Gobierno del Estado instaló diversos módulos drive thru donde la ciudadanía puede realizarse la prueba del Covid sin descender del vehículo.
A finales de abril, cuando en la estadística se rondaban aún los 600 casos positivos, el Instituto de Movilidad y Accesibilidad había acordado restringir el transporte los sábados de 5:00 am a 16:00 pm y suspenderlo en su totalidad los domingos. Sin embargo, tras reunirse con las cámaras empresariales y señalarse las afectaciones a la clase trabajadora, el instituto dio marcha atrás a la impopular medida.
Para los restaurantes, esto ha significado desde entonces limitarse al servicio a domicilio en estos horarios, incluidos aquellos existentes en centros comerciales.
De hecho, al mes siguiente, en agosto, se publicó una circular oficial para los negocios restauranteros de la entidad, en la que se especificaba, además del anteriormente mencionado horario permitido de atención, el resto de las medidas para los horarios con aforo: 30 por ciento del aforo total como máximo permitido, además de no permitir el servicio a personas vulnerables. En la misma se avisaba también de la realización de inspecciones sanitarias para comprobar el cumplimiento de estas medidas.
Sin embargo, para entonces, según cifras de la Canirac capítulo Monterrey, ya se habían perdido más de 5 mil negocios de alimentos y 60 mil empleos de la industria restaurantera en la entidad. Y estiman que de continuar las medidas restrictivas se perderían mil 500 negocios más.
De cualquier modo, se lanzaron distintas estrategias de atención, programas de apoyo, campañas y más medidas preventivas.
Actualmente, al 01de octubre, el estado ya superó las 3 mil 400 muertes por Covid-19, de alrededor de 65 mil casos positivos. Así que nada está dicho y es de esperarse que se sucedan más cambios conforme avance la crisis o se vaya resolviendo tras la aparición y abastecimiento de vacunas.
Mientras tanto, la industria, al igual que la población, deben adaptarse de la mejor manera posible, respetando indicaciones generales y lineamientos a seguir.
Fuente: nl.gob.mx