Una sopa fría, una mosca en la comida, un tenedor sucio o un error en la bebida solicitada son tan solo algunas de las múltiples quejas que suelen escuchar meseros, gerentes y dueños en un restaurante.
Si bien ya mencionamos cuatro quejas habituales al inicio, aún quedan muchas otras por nombrar. Ante las cuales un cliente toma la iniciativa de solicitar la presencia del gerente del restaurante para presentar una queja formal. O, por el contrario, ingresar directamente a las redes sociales para manifestar públicamente su inconformidad.
El mundo online está plagado de quejas por parte de aquellos clientes que recibieron un trato descortés por parte de un mesero. Asimismo, una de las quejas más frecuentes reside en la falta de organización por parte del restaurante en relación a las reservaciones que no aparecen registradas. Y, por supuesto, no podían faltar las largas esperas para que los platillos ordenados lleguen a la mesa.
Para un restaurante la higiene debe ser el punto de partida para que sus comensales se sientan cómodos. Sin embargo, sigue habiendo clientes que destacan la falta de limpieza en menús, mesas, sillas, suelo y baños. Y si bien es cierto que no es agradable que alguien esté limpiando mientras se come, sí es fundamental que todo esté impoluto previo a la apertura diaria.
Al ya conocer todas las quejas que se suelen presentar, es posible que hayas detectado una o varias dentro de tu propio restaurante. Por lo que es importante que comiences a tomar acción, pero, ¿por dónde empezar? A continuación te compartimos algunas maneras en las que puedes gestionar de manera efectiva una queja y transformarla en una oportunidad para recuperar la confianza de tus clientes.
Esto le permitirá compartir su enojo o inquietud y a ti te dará la información que necesitas para ofrecerle una solución.
Tenga o no la razón, tu cliente debe saber que tomarás en cuenta sus comentarios o sugerencias.
Aun cuando en ocasiones un cliente pueda exaltarse o levantar su voz, tu responsabilidad es mantener la calma no solo para ser ejemplo, sino para resolver de manera efectiva el problema.
Finalmente, el cómo enfrentes este tipo de situaciones ayudará a que la imagen de tu restaurante se mantenga impoluta.