La falta de personal y la subida de la luz los mayores problemas en hostelería
Si la pandemia castigó a bares y restaurantes, ahora además de la falta de personal se unen las facturas del gas y de la luz que se han duplicado e incluso triplicado en menos de un año. De hecho, buena parte de los restauranteros dicen pagar más de costos energéticos que de alquiler.
Pero volvamos a la falta de 'vocación' por parte de las personas que están en búsqueda activa de empleo para ser meseros.
Ahora que tanto se habla de la salud mental, pensar en un trabajo que no tiene un horario fijo, que debe soportar la presión tanto frente a los clientes como en el interior, no es de extrañar que por mucho que el sueldo sea ¿bueno? tal vez no compense trabajar en esas condiciones.
Sin meseros bien formados y con un buen sueldo, adiós a la industria restaurantera
El caso de Maria es real. Pareciera que no tiene derecho a enfermar, a que sus hijos estén enfermos o a llegar un poco más tarde si ha de resolver un papeleo que precisa. Ella representa a esas personas que sin dudar afirman: "Si me saliera otra cosa, dejaba de trabajar en restaurantes mañana".
Ni blanco ni negro, los grises existen también en este sector y es probable que quien lea este artículo esté contento con su trabajo pero en 2022, bares y restaurantes deben hacer un esfuerzo para salir adelante, y no sólo se trata de sobrevivir al precio de la factura de la luz; la cruda realidad es que se están quedando vacíos al otro lado de la barra.
Todo trabajo es digno y este país que le debe tanto al turismo, encuentra en estas profesiones una salida laboral. Pero si durante la pandemia de COVID-19 se animaba a consumir en los bares tras pasar lo peor, también debiera tenerse en consideración mejorar no sólo los sueldos sino un trato digno y una formación para esa persona tan vital, un buen mesero.
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